El 18 de diciembre de 1926 fue promulgada la ley que declara el 13 de enero como Día del Veterano, rememorando aquella jornada en Chorrillos o San Juan en Lima, Perú, donde el 13 de Enero de 1881, se registra una de las batallas más épicas de la Guerra del Pacifico (1879-1884), dónde en torno a los 23 mil efectivos chilenos mostraron su arrojo, valentía y patriotismo, todos ellos enrolados en regimientos de línea y batallones cívicos movilizados, como el Atacama. Las bajas en ambos ejércitos fueron enorme, donde también perdían las vidas ilustres hijos de Atacama, y los que habían adoptado ésta rica provincia como su tierra.
En esta batalla, comenta Cristian Caracciolo Zuñiga, Presidente de la Agrupacion de Difusión Histórica Batallones de Atacama, “el bravo Regimiento Atacama una vez más lució sus pergaminos adquiridos en Pisagua, San Francisco, Los Ángeles y Tacna. A raíz del combate cae muerto el 2do Comandante del Atacama Rafael Zorraindo, otros caen mutilados por balas, bayonetas y granadas, muchos pierden la vida en tierras limeñas. Como no olvidar a los héroes antes caídos, como Rafael Torreblanca, Moisés Arce, los hermanos Martínez o también a las heroicas y abnegadas cantineras Filomena Valenzuela Goyenechea y Carmen Vilches”.
Actualmente, prosigue Caracciolo, “múltiples lugares de nuestra ciudad llevan sus nombres, pero muchos de aquellos valientes quedaron en el olvido una vez terminada la guerra. El Estado los abandonó, "el pago de Chile" lo llamaron. Mucho de aquellos que dieron glorias a Chile, una vez concluida la contienda, andaban en harapos o encerrados en manicomios”.
El Decreto significó una reivindicación a los ya pocos sobrevivientes de esta epopeya para aquel tardío 1926: se aumentaron las pensiones y tuvieron algunos beneficios que les dio un mejor pasar. También vinieron los reconocimientos, y en un magnífico acto de conmemoración a los héroes donde la máxima autoridad de la época, el excelentísimo Presidente de la República don Arturo Alessandri Palma, se oyó un emotivo discurso de aquellos sobrevivientes que orgullosos señalaron "la patria es la Patria y ante el deber de defenderla se debe despojar de todo interés, incluso de la propia existencia".
“Como no olvidar las palabras del Capitán Rafael Torreblanca Dolarea al día siguiente de la batalla de San Francisco: “estoy seguro que se erigirá en Copiapó, un mausoleo donde se veneren a los que dieron la vida por la provincia", continúa Cristian Caracciolo Zúñiga, “sin embargo estamos en deuda con éstos viejos como les llamamos cariñosamente, pues aun los héroes de Atacama esperan un lugar donde sean honrados y los mausoleos del cementerio municipal esperan una pronta restauración, pues allí descansan héroes atacameños y de otras unidades militares que participaron en el conflicto de la segunda mitad del siglo XIX. Además descansan esposas e hijos de aquellos que partieron al norte, al humo del combate y no regresaron más”.
“Por mi parte espero honrar el Juramento de los Gloriosos Batallones de Atacama y decirles a estos bravos entre los bravos que no están olvidados”, concluye el Presidente de la Agrupación de Difusión Histórica Batallones de Atacama.