Una rara y fascinante vista iluminó los cielos del norte de Chile cuando, en la medianoche del 10 de mayo, residentes y observadores privilegiados en San Pedro de Atacama, fueron testigos de un espectáculo celestial poco común: la Aurora Austral.
La fotografía captada por Mariano Figueroa, fue tomada en dirección sureste, desde el Observatorio Hemisferio Sur, ubicado en la localidad de Tulor, el que ofreció una visión única de este fenómeno, revelando la impresionante presencia de la Aurora Austral iluminando el horizonte con tonos rojizos en el Desierto de Atacama.
Según los expertos del Centro de Investigación, Tecnología, Educación y Vinculación Astronómica (CITEVA) de la Universidad de Antofagasta, la inusual visión de la Aurora Austral desde una latitud tan baja, se debe a la gran altura a la que ocurrió el fenómeno, por lo que el avistamiento que fue apreciado desde distintas alturas por las personas, fue por la curvatura de la Tierra.
A medida que una persona, se desplaza hacia el sur de Chile, la latitud aumenta, permitiendo que este fenómeno natural se observe más arriba del horizonte. En este caso particular, la Aurora Austral se dejó ver en dirección sur y muy baja, lo que brindó una vista espectacular desde San Pedro de Atacama, comentaron los científicos de CITEVA.
En este sentido director del Centro de Investigación, Tecnología, Educación y Vinculación Astronómica (CITEVA) de la Universidad de Antofagasta, Dr. Eduardo Unda-Sanzana, expresó que “es muy inusual lograr ver una aurora desde una latitud tan baja como la de San Pedro de Atacama, pero en raras ocasiones esto ha sido posible en el pasado incluso cerca de la Línea del Ecuador, aunque siempre mirando hacia el horizonte sur o norte dependiendo del hemisferio”.
El investigador agregó que “esto puede ocurrir solamente al enfrentar tormentas solares muy intensas, capaces de producir la aurora a gran altura”, dijo el Dr. Eduardo Unda-Sanzana.
La Aurora Austral, al igual que su contraparte en el hemisferio norte, conocida como Aurora Boreal, es el resultado de la interacción entre el viento solar y la atmósfera terrestre. Las partículas cargadas eléctricamente del viento solar, al alcanzar las líneas del campo magnético terrestre, generan un efecto luminoso al chocar con las moléculas en la atmósfera, elevando su energía y emitiendo luz en forma de colores brillantes y definidos.
En cuanto al tono rojizo observado en esta aurora, los científicos explican que es el resultado de la excitación de átomos de oxígeno a gran altura, causada por las partículas del viento solar. Para que este fenómeno sea visible desde San Pedro de Atacama, se estima que la emisión lumínica debe haber ocurrido a una altitud superior a los 1000 kilómetros sobre la superficie terrestre.