El Centro Diurno Referencial de Adultos Mayores, ejecutado por la Universidad de Antofagasta, tiene el objetivo de mantener la funcionalidad de los usuarios mediante intervenciones terapéuticas-recreativas que son realizadas por un equipo multidisciplinario de profesionales.
La iniciativa es parte del Programa del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), y busca entregar una serie de atenciones y talleres a los adultos mayores de 60 años en situación de dependencia leve o moderada, y que pertenezcan a los cuatro primeros tramos de calificación socioeconómica del Registro Social de Hogares. Todo esto, con la intención de fortalecer su autonomía e independencia.
Al respecto, la directora del centro, Ingrid Sáez, comentó que este proyecto “realiza promoción, prevención y mantenimiento de la salud por medio de la educación a las personas mayores, con la finalidad de entregar herramientas necesarias y poder fortalecer las redes de apoyo para su participación dentro y fuera del centro”. Para ello, se realizan diversos talleres del área biomédica, psicosocial y funcional, así como actividades recreativas.
El centro tiene una capacidad para atender a 90 adultos mayores, contando con un sistema de egreso que permite la rotación constante de participantes. La estadía de un usuario dura aproximadamente un año.
Talleres
El CDR cuenta con diferentes actividades recreativas para sus usuarios, tales como lota terapéutica, baile entretenido, talleres de tejido, talleres de huerto, manualidades, entre otros.
Además de estos, el equipo de profesionales se enfoca en proporcionar talleres enfocados en el cumplimiento de los objetivos individuales y colectivos de las personas mayores, en las diferentes áreas, como área biomédica, funcional, psicosocial, los que cuentan con talleres tales como estimulación cognitiva, de la marcha, prevención de caída, autoestima, capacitaciones en salud mental para autocuidado, manejo de emociones, entre otros.
Desafíos
De acuerdo con la encargada del centro, los desafíos más significativos que enfrentan los centros diurnos referenciales incluyen una serie de factores como recursos humanos, adaptación a las necesidades cambiantes e integración familiar comunitaria.
“Los centros deben ajustarse continuamente para satisfacer las necesidades cambiantes y diversas de personas mayores, lo que implica desarrollar programas flexibles y variados (...) fomentar la participación activa de las familias y la comunidad en las actividades del centro, puede ser un reto, aunque es fundamental para el bienestar integral de los usuarios. Abordar estos desafíos de manera integral y continua es esencial para garantizar que el centro diurno para personas mayores pueda proporcionar un servicio de calidad y adaptados a las necesidades cambiantes de los usuarios”, explicó la directora.
Recepción
Por otra parte, Ingrid Sáez valoró la recepción de la comunidad como “positiva en la mayoría de los casos”, recalcando en la importancia de contar con beneficios dirigidos tanto a los usuarios como a sus familias, ya que “permite a las personas mayores recibir cuidados y atenciones especializadas al tiempo que mantienen su conexión con su entorno familiar y social”.
“La comunidad tiende a valorar estos centros como recursos valiosos que promueven el bienestar de las personas mayores, y contribuyen a mantener su integración social, al brindarles la oportunidad de interactuar con sus pares y participar en actividades enriquecedoras. En general se considera que estos centros son una opción beneficiosa para las personas mayores y su aceptación en la comunidad tiende a ser favorable”, agregó la directora.
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Actualmente el centro diurno referencial se encuentra cursando su cuarto aniversario, el cual finaliza el día viernes 12 de enero con la coronación de sus reyes 2024. Una vez finalizado, se retomarán el resto de las atenciones que se realizarán durante el año, incluyendo talleres funcionales, sociales, psicoafectivos, integrativos y biomédicos.b