En 1992 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua, con el objetivo de concientizar a las personas sobre el cuidado de este vital elemento y promover la gestión sostenible del recurso hídrico, sin embargo, en Antofagasta, así como en muchas ciudades, miles de litros de aguas residuales son desechadas a océanos y ríos, despilfarrando la posibilidad de su reutilización.
Por este motivo y considerando la crisis hídrica que afecta al país, investigadores y científicos del Centro de Bioinnovación de la Universidad de Antofagasta (CBIA) están trabajando en colaboración con la Universidad Tecnológica de Nagaoka de Japón en el proyecto “Oasis Sustentable”, desde un enfoque de economía circular, el cual no solo está orientado al reciclaje de aguas servidas, sino que también a la reutilización de los desechos orgánicos resultantes del proceso.
Al respecto, el director de CBIA, Dr. Carlos Riquelme Salamanca, explica que “la propuesta de ‘Oasis Sustentable’ se sitúa en la vanguardia de las soluciones, proponiendo un sistema innovador de biodepuración para el tratamiento de aguas residuales, basado en la combinación de la tecnología japonesa DHS y desarrollos biotecnológicos locales con microalgas”.
El investigador agrega que “lo distintivo de este enfoque radica no solo en la purificación del agua, sino también en la utilización de la biomasa resultante como estimulante de suelos, contribuyendo así a la agricultura sustentable del desierto”.
La ventaja que tiene este sistema en relación a los procesos convencionales de tratamiento de aguas, es que logra transformar la materia orgánica o lodos, en bioestimulantes para la recuperación de suelos, potenciando cultivos agrícolas, experiencia que el CBIA ha llevado a cabo con la ejecución del exitoso proyecto “Desarrollo y optimización de Beta Desert, un bioestimulante de microalgas marinas para su aplicación en cultivos agrícolas en zonas desérticas”, el cual está enfocado en potenciar cultivos de tomates, arándanos, lechugas y viñedos, de agrupaciones de agricultores de la comuna de Mejillones y la localidad de Toconao.
El objetivo principal de la iniciativa apunta a desarrollar un oasis agrícola en el desierto de Antofagasta, utilizando esta innovadora tecnología de tratamiento del recurso hídrico, que combina el manejo de microalgas y bacterias, junto con la tecnología de esponjas colgantes de flujo descendente (DHS), generando agua de calidad para riego, destinada a la generación de áreas verdes y biomasa para uso agrícola, promoviendo la sostenibilidad económica, social y ambiental.
El pilotaje de esta iniciativa se instalará en un terreno de cinco hectáreas en la comuna de Mejillones, sin embargo, aún se está gestionando el financiamiento que demanda la ejecución de este proyecto que aborda una problemática compleja en el contexto de las acciones de adaptación al cambio climático, como es la escasez de agua.