La Fosa de Atacama, ubicada frente a la costa de Chile y con una profundidad promedio de 8 mil metros, fue el tema central de un encuentro entre científicos y la comunidad en la Universidad de Antofagasta. Durante la jornada, se discutieron aspectos tanto biológicos como geológicos de esta región, subrayando la importancia del conocimiento que se está generando en torno a ella.
El evento, titulado «La Fosa de Atacama: Ecología de Ecosistemas y Grandes Terremotos», fue organizado por el Instituto de Ciencias Naturales Alexander von Humboldt de la Universidad de Antofagasta, en colaboración con el Instituto Milenio de Oceanografía, Ciencia, tecnología y sociedad” (C-TyS) de la UA y el Gobierno Regional de Antofagasta.
El doctor Marcelo Oliva, académico e investigador de la UA, destacó la relevancia del trabajo científico que se está llevando a cabo en diversas expediciones a la Fosa de Atacama. «Nuestra investigación se financia con impuestos y la sociedad tiene el derecho de saber qué estamos haciendo. Esta actividad busca acercar ese conocimiento que, aunque está cerca, parece tan lejano», enfatizó Oliva.
Además, el doctor Oliva hizo referencia a la avanzada tecnología necesaria para explorar las profundidades de la fosa. «Los desafíos tecnológicos son enormes; de hecho, es más fácil llegar a la luna que al fondo del mar, debido a la presión. Sin embargo, seguimos explorando esta fosa, que está a solo 80 kilómetros de la costa de Antofagasta, a más de 8 mil metros de profundidad, y hemos encontrado una variedad de organismos que nadie imaginó que existirían», explicó.
La Fosa de Atacama
Uno de los logros científicos más significativos en la Fosa de Atacama ha sido la instalación de un sistema de observación del océano profundo, diseñado para medir parámetros que podrían anticipar terremotos y tsunamis.
Igor Fernández, investigador del Instituto Milenio de Oceanografía, subrayó la singularidad de la Fosa de Atacama, destacando su ubicación bajo un sistema de surgencia. «Es la fosa oceánica más productiva del mundo, lo que ha captado la atención de la comunidad científica internacional», comentó.
Fernández también alertó sobre el impacto humano en estos remotos ecosistemas, revelando que se ha encontrado basura en las profundidades de la fosa. «Es fundamental que los habitantes de Antofagasta valoren y protejan este entorno, ya que es triste ver cómo, al superar las barreras del conocimiento y alcanzar profundidades extremas, nos encontramos con residuos humanos», lamentó.
El seminario, organizado también por la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Postgrado de la UA, contó con la participación del doctor Carlos Portillo Silva, vicerrector de la institución. «Para la Universidad de Antofagasta es crucial que nuestros investigadores participen en proyectos de esta envergadura, ya que están directamente vinculados al desarrollo de la ciencia marina», concluyó.
El evento se llevó a cabo en el auditorio del Ministerio de Obras Públicas y reunió a más de 100 asistentes, entre ellos autoridades, académicos y académicas, profesionales y miembros de la comunidad. Entre los expositores estuvieron el doctor Marcelo Oliva de la UA, el doctor Igor Fernández del Instituto Milenio de Oceanografía, el doctor Marcos Simón Moreno de la PUC, y el director regional de SENAPRED, Ricardo Munizaga.