Es el río más extenso de Chile y su desembocadura se encuentra en el límite de las regiones de Tarapacá y Antofagasta, y pese a la constante extracción de agua y contaminación con metales pesados de la industria minera, su resiliencia permite albergar una importante variedad de flora y fauna, por lo cual fue declarado Santuario de la Naturaleza.
La información fue confirmada por la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas en su visita a la región, tras la publicación del decreto supremo en el Diario Oficial.
“Les traigo una muy buena noticia: ¡Desembocadura Río Loa ya es santuario de la naturaleza!”, afirmó la secretaria de Estado haciendo alusión a esta nueva área protegida, agregando que “contribuye a la conservación de nuestra biodiversidad siendo hábitat de una gran diversidad de aves marinas y migratorias y también de la especie marsupial yaca”.
La desembocadura del Río Loa es hábitat de el Tamarugo (Strombocarpa tamarugo) y el Algarrobo dulce (Neltuma flexuosa), además viven animales como el Lagarto corredor (Microlophus atacamensis), el caracol del Loa, la Yaca (Thylamys elegans) -único marsupial presente en la zona- y diversidad de aves como la Gaviota Garuma (Larus modestus), el Jote cabeza colorada (Cathartes aura), Haematopus palliatus (Pílpilen), la Tagua y Gaviota dominicana (Larus dominicanus), entre otras.