Un informe de la OMS advirtió que 2.000 millones de personas están desprotegidas frente a los cigarrillos electrónicos, encendiendo la alarma respecto a la epidemia global de tabaquismo.
En particular, hay preocupación por el mercado que pretende alcanzar a jóvenes e incluso niños.
En conversación con Radios Regionales, la Dra. Guacolda Benavides, broncopulmonar de Clínica Universidad de los Andes e Instituto Nacional del Tórax, explicó de los riesgos que conlleva el uso de estos productos, considerando que son promocionados como "más sanos" que los cigarrillos tradicionales o, incluso, como la "fórmula para dejar de fumar".
"Cada evidencia científica con metodología estricta, sigue, por el contrario, encontrando más daño que real beneficio, de lo que se podría suponer", señaló la Doctora.
"Cada vez va apareciendo más evidencia contundente de que estos dispositivos, aun sin nicotina, los mismos saborizantes, al ser calentados a altas temperaturas, se les configura y son irritantes para la salud respiratoria y también, eventualmente, cancerígenos", advirtió
Los riesgos del tabaquismo y el consumo de cigarrillos tradicionales
En cuanto a los cigarrillos tradicionales, la doctora Benavides señaló los riegos asociados, siendo el cáncer uno de los más relacionados al consumo, pero no el único.
La Doctora señaló que el consumo de tabaco de forma tradicional puede provocar "la afección de la líbido, es decir, del apetito sexual. Es también la afección de que se les cae más el cabello. En personas jóvenes, y que quieran planificar familia, afecta también la fertilidad".
"Debo decirles que también afecta la estética, que rompen más fibras elásticas y la persona fumadora se arruga más".
Sobre los fumadores pasivos, explicó que "se mueren 1 millón de personas al año por inhalar el humo de cigarrillo de forma involuntaria. Y no solamente personas (adultas), niños, adultos mayores, por decirlo así, y mascotas también", concluyó.
Revise en extenso esta entrevista a la Doctora Guacolda Benavides, broncopulmonar de la Clínica Universidad de los Andes e Instituto Nacional del Tórax: