El acoso escolar, popularmente conocido como bullying, se ha convertido en un fenómeno que afecta el bienestar de niñas, niños y adolescentes, el cual implica acciones agresivas deliberadas, tanto físicas como psicológicas dirigidas de un estudiante a otro.
Durante el último periodo en la región de Antofagasta, se registraron 92 denuncias de maltrato entre estudiantes, según cifras entregadas por la Superintendencia de Educación regional.
Frente a este alarmante escenario, la psicopedagoga y académica de la Universidad de Antofagasta, Inés Gahona Herrera, comparte herramientas y consejos para prevenir y abordar estas situaciones, de las cuales muchas veces los padres no tienen conocimiento.
La magister en Educación Inclusiva y especialista en Desarrollo de la Infancia y Adolescencia, señala que reconocer a una persona que es víctima de acoso escolar puede ser complicado, esto porque los cambios en su conducta suelen ser sutiles y graduales y a veces pasan desapercibidos. Por lo tanto, explica que lo esencial es prestar atención a cualquier cambio significativo en el comportamiento del menor.
¿Cómo podemos definir el bullying es escolar?
El acoso escolar o bullying implica acciones agresivas deliberadas, tanto físicas como psicológicas, dirigidas por un estudiante hacia otro, quien es seleccionado como objetivo de ataques repetidos. Esta conducta, que se prolonga en el tiempo, se caracteriza por su intencionalidad sin provocación por parte de la víctima.
Básicamente, el bullying representa un abuso de poder donde la persona es utilizada como objeto de diversión o como depositario de proyecciones de aspectos negativos del acosador. Puede manifestarse de manera directa o indirecta, activa o pasiva, y generalmente se presenta en tres formas: una es física, que incluye golpes, patadas, empujones u ocultar o apropiarse de las pertenencias; verbal, se manifiesta a través de burlas, bromas de mal gusto y amenazas; y psicológica, que implica la difusión de rumores desagradables.
¿Cómo se puede reconocer a una víctima de bullying?
Reconocer a una persona que sufre bullying puede ser complicado, ya que los cambios en su conducta suelen ser sutiles y graduales y a veces pasan desapercibidos. Por tanto, es esencial prestar atención a cualquier modificación significativa en el comportamiento de quienes podrían estar siendo víctimas de esta situación.
¿Cuáles son los principales síntomas o cambios de hábitos que tiene un menor que sufre bullying en su colegio?
Uno de los principales cambios o síntomas en una persona afectada por el bullying es su cambio de sociabilización donde existe su retraimiento social, evitación de actividades con amigos, un alto interés en pasar tiempo en soledad.
Otro síntoma se relaciona con las alteraciones emocionales repentinas, como cambios de humor bruscos, sensibilidad excesiva, llanto frecuente o irritabilidad. También, variaciones en el apetito, como comer menos o disminución del apetito.
También se debe estar atento a los problemas del sueño que puede experimentar un menor. Además, de los cambios en su apariencia personal que se pueden presentar signos físicos como golpes, moretones, rasguños y la utilización de prendas de vestir deterioradas.
¿La falta de deseo del ir al colegio se puede ser una alarma evidente?
No cabe duda que uno de los síntomas más característicos es la resistencia de ir al colegio, manifestada por la falta de motivación por asistir, acompañada de excusas como malestar físico recurrente, tales como dolores de cabeza, estómago, o vómitos, sin razón aparente.
A este cambio de conducta se le suma la negación o minimización del problema, el menor afectado por acoso escolar puede fingir estar enferma o ignorar los signos evidentes de bullying, prefiriendo no abordar el tema directamente y argumentando otros problemas que le causan mayor preocupación.
¿Qué rol debe tomar un padre o madre si su hijo es víctima de bullying?
Los padres tienen un papel fundamental si su hijo o hija es víctima de bullying, esto porque deben tomar conciencia de la gravedad del problema del acoso escolar, reconociendo que esto puede traer consigo consecuencias emocionales y psicológicas significativas para su hijo o hija.
Otro factor importante es validar los sentimientos del menor, lo que significa reconocer y aceptar las emociones que está experimentando en esos momentos, sin juzgarlas ni menos, minimizarlas. También promover un ambiente familiar de apoyo y respeto, fomentando una comunicación abierta y positiva en el hogar, esto puede ayudar al hijo o hija a sentirse más seguro y fortalecer su autoestima.
¿Cómo se debe relacionar los apoderados con el establecimiento educacional?
Lo primero es evidenciar la situación y comunicarse con el establecimiento educacional para abordarla con todos los conductos regulares que corresponde. Sin embargo, es de mucha relevancia buscar apoyo profesional. Si el bullying está teniendo un impacto notable en la salud emocional o el bienestar del afectado, es recomendable considerar la búsqueda de apoyo profesional. Un apoyo especializado en el tema puede ofrecer herramientas y estrategias para ayudar al niño o niña para superar esta difícil situación.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperar la vida normal un niño o niña si fue víctima de bullying?
La recuperación de un niño, niña o adolescente (NNA) que ha sufrido bullying es un proceso complejo que puede verse influenciado por varios factores, estos pueden ser, la gravedad y la duración del acoso, el nivel de apoyo emocional que reciben y la efectividad de las intervenciones para abordar el problema son determinantes clave en este proceso.
Si bien algunos NNA pueden recuperarse relativamente rápido con el respaldo adecuado de sus padres, maestros y profesionales de la salud mental, otros pueden necesitar más tiempo y recursos para superar completamente las secuelas emocionales del acoso. Recordar en este sentido que es muy importante estar alerta a posibles señales de trauma o estrés postraumático y buscar ayuda profesional si es necesario. La detección temprana y la intervención adecuada son fundamentales para facilitar el proceso de recuperación y promover el bienestar emocional del NNA afectado.
Aunque la recuperación puede ser un proceso gradual y no lineal, con el tiempo y el apoyo adecuado, muchos NNA pueden alcanzar una vida normal y saludable nuevamente.