Como si hubiera tenido un trébol de 4 hojas en algún bolsillo de su chaqueta para atraer a la fortuna. Esa fue la situación vivida hace unos días por un jugador de póker en Casino Monticello.
El afortunado hombre, de unos 60 años y que se encontraba acompañado por unos amigos en la sala de juego, fue por el Texas Hold’em Bonus Póker, que permite el juego de dos cartas, a diferencia del Texas Hold’em Póker tradicional.
Precisamente en una de las partidas, sucedió el sueño glorioso de cualquier jugador que tienta a la suerte. Decidió jugar una, pero con un bono de $50.000 adicional a su juego.
Tras eso, la crupier tiró las cartas sobre la mesa y con rapidez aparecieron los apetecidos ases dentro del mundo del póker. Por un lado, dos ases en la mano de la crupier y, sorpresa, dos cartas de ases (al mismo tiempo) en la mano del jugador.
El escenario significaba un empate del cliente con la banca, ya que obtuvieron la misma jugada, pero con un detalle: aunque no había premio por la partida de póker, se activó el premio al bono por $50 mil que el jugador había tomado antes. ¿Razón? La combinación de ases que tenían el jugador y la crupier.
La combinación implicaba el pago de 1.000 a 1 del bono de la apuesta, lo que significó el premio por $50 millones al afortunado ganador según la tabla de pagos y combinaciones de cartas publicada en la mesa (con un máximo de bono adicional a la partida de hasta $100.000).
Ante su victoria, el jugador reaccionó con envidiable tranquilidad, pese a que sus amigos lo abrazaban eufóricos. Un modesto ganador, quien optó por no develar su identidad.
Manuel Rojas, Gerente General de Monticello, sostuvo: “Felicitamos a este afortunado visitante que tuvo un golpe de suerte así. La suerte existe en Casino Monticello, somos un casino pagador y así lo reflejan los numerosos premios que entregamos”.