Preocupación existe en el mundo de la apicultura, producto de la considerable baja en la presencia de abejas en los predios de la región de Ñuble.
Y es que las estimaciones realizadas por las personas del rubro, apuntan a una reducción de colmenas que bordean el 40% en los últimos tres años.
Las razones específicas de la problemática que hoy se hace sentir en la región, radican en las consecuencias que tuvo el paso de los sistemas frontales y los incendios forestales que se registraron anteriormente.
Solo para colocar en el parámetro, y de acuerdo a las cifras entregadas por el Instituto de Desarrollo Agropecuario a febrero de 2023, la región de Ñuble fue la más afectada en el rubro apícola por el voraz paso del fuego, contabilizando un total de 19.612 colmenas afectadas. A esas, se sumaron otras 2 mil más, producto de las inundaciones registradas hasta junio de 2023.
Los datos más recientes que fueron propiciados en el último boletín apícola del SAG, que hacen hincapié en la existencia de 902 apicultores registrados, indican que en la zona las actividades más ejecutadas continúan siendo la polinización y la miel.
Precisamente, esto último se ha visto disminuido. Marcelo Valderrama, apicultor de Villamiel, manifestó a La Crónica de Chillán que la cosecha de este año bajó en casi mil kilos.
Ahora que seguimos inmersos en el periodo de invierno, el Ministerio de Agricultura entrega una serie de recomendaciones para garantizar el buen manejo de colmenas. Entre ellas, se encuentra la revisión de cajones para evitar filtraciones; el uso de guarda piquera para controlar la ventilación; instalar las colmenas bajo techo; entre otros.