La Encuesta Juventud y Bienestar (EJB 1 ) es un instrumento aplicado por el Servicio
Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA),
que se enmarca en el Sistema Integral de Prevención (SIP). Su objetivo es realizar un
diagnóstico de aspectos relacionados con la calidad de vida y bienestar, factores de riesgo
y protección de niños, niñas y adolescentes.
Se aplica desde el año 2019 a los II medio de establecimientos educacionales que se
adhieren voluntariamente a este proceso. Entre los años 2019 y 2022, la EJB se ha
aplicado en más de 2.500 establecimientos educacionales del país.
Para 2024, la EJB fue coordinada junto al Ministerio de Educación, tanto para ampliar
cobertura y sumar nuevos establecimientos educacionales, como también para reforzar el
trabajo que se realiza con los diagnósticos que derivan de este levantamiento de
información, dando cumplimiento con ello, a una de las acciones comprometidas en el
Plan de Acción de Drogas 2024-2030.
Como resultado del proceso desarrollado, la EJB fue aplicada en 30 establecimientos
educacionales de 4 comunas de Magallanes y Antártica Chilena. En total, se validaron
1.483 encuestas, lo que representa un hito en la generación de datos para el análisis de
la realidad juvenil en la región.
En cuanto a la información que reúne, se trata de un diagnóstico sobre factores
protectores y de riesgo presentes en adolescentes, donde juegan un rol relevante
atributos personales, el entorno familiar, escolar y comunitario, los grupos de pares y el
uso del tiempo libre.
Este instrumento se estructura sobre la base de las siguientes dimensiones:
● Familia: nivel de control parental, el involucramiento y las capacidades de los
padres y cuidadores para brindar apoyo emocional, protección y educación.
1 La EJB se inspira en la experiencia de Islandia, que el año 1978 el gobierno inició un trabajo intersectorial
para hacerse cargo del problema de consumo en adolescentes y jóvenes, que por entonces registraba un
alto nivel de prevalencia en esta población. Para ello, se elaboró un modelo de prevención que tiene al
centro de la gestión, el levantamiento de diagnósticos de factores de riesgos y protectores en NNAJ.
● Escuela: clima de confianza en establecimientos educacionales, donde
estudiantes pasan gran parte de su tiempo.
● Grupos de pares: influencia del grupo de pares y la capacidad de la juventud para
resistir la presión social o convertirse en factores de protección.
● Tiempo libre: acceso y participación en actividades deportivas, culturales o
recreativas como una alternativa al consumo de alcohol y otras drogas.
● Indicadores de bienestar: características que, en su conjunto, son capaces de
contribuir a potenciar factores protectores. Sin un monitoreo adecuado, pueden
incidir en que surjan factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad que
niños, niñas y adolescentes se inicien en el consumo de alcohol y otras drogas o
mantenga el consumo de estas.
La directora regional de SENDA, Lorena Guala Vivar, resaltó que “los resultados de la EJB
permiten coordinar acciones, articular y complementar oferta desde las distintas
instituciones, como la Secretaría de Educación con los Planes de Convivencia Escolar,
SLEP, JUNAEB, INJUV, entre otros, y desarrollar planes de acción en las comunas y en los
establecimientos educacionales que permitan trabajar los factores de riesgos detectados
y seguir fortaleciendo los factores protectores”.
“Uno de los aspectos más valiosos es que los resultados están disponibles a nivel comunal
y por establecimiento educacional, lo que permite diseñar o ajustar planes preventivos
propios”.
Es por esta razón que resulta fundamental la participación de los distintos actores que
trabajan con niños, niñas y adolescentes en los establecimientos educacionales del país, y
la difusión y el uso de la información que deriva de esta Encuesta de Juventud y Bienestar.
La directora regional de SENDA, relevó que la encuesta de Juventud y Bienestar 2024 es
una expresión de confianza de más de 1.400 estudiantes que decidieron contarnos cómo
se sienten, qué les preocupa y qué necesitan. Nos hablan de su bienestar emocional, sus
vínculos, sus relaciones con adultos y pares.
En tal sentido agregó que “la mayoría declara sentirse feliz y conforme con su vida, y
buena parte se siente conectada con sus estudios. Sin embargo, estas percepciones
conviven con datos que nos deben llamar la atención, como el malestar emocional, la baja
autoestima o las dificultades para recibir o expresar cariño con personas adultas
cercanas”.
Añadió que los consumos de sustancias se relacionan directamente con el entorno en que
se desarrolla. Las cifras muestran que los consumos son mayores cuando hay menor
control o supervisión parental o dificultades para recibir afecto.
Los factores que influyen en el consumo de alcohol y otras drogas —como el
involucramiento parental o los vínculos afectivos— son modificables. Para ello contamos
con programas como PrePARA2 o de Parentalidad que nos permiten apoyar desde SENDA
estas habilidades en familias, escuelas y comunidades.
Así también, a través del programa SENDA Previene, presente en las cuatro capitales
provinciales de la región junto a los municipios y en Punta Arenas con la Delegación
Presidencial Regional se implementan acciones coordinadas con establecimientos
educacionales, y familias para abordar estos factores.
Es importante aclarar que la Encuesta Juventud y Bienestar no está centrada en
prevalencias, como el Estudio de Drogas en Población Escolar. Más que saber cuántos
estudiantes consumen, busca ayudarnos a comprender cómo se sienten, y qué factores de
su entorno influyen en su bienestar y en el riesgo de uso de sustancias.
Muestra que, por ejemplo, los consumos son significativamente más altos cuando hay
menor acompañamiento adulto, y más bajos cuando existen relaciones cercanas con
madres, padres o personas cuidadoras. Esto confirma que el entorno marca la diferencia.
SENDA entrega los resultados comunales a los municipios y también a cada
establecimiento educacional. Esta información se utiliza para puedan ajustar planes de
prevención, orientar acciones en escuelas, incorporar intervenciones y mejorar sus
diagnósticos. La idea es que estos datos activen acciones concretas.
La encuesta muestra que cuando hay mayor involucramiento de madres, padres o
cuidadores, los consumos bajan. Esto es algo que se puede trabajar y mejorar, y por eso
SENDA implementa un programa de Parentalidad y además de intervenciones en barrios
específicos a través del Programa de Prevención Comunitaria.
También vemos que hay situaciones al interior de establecimientos educacionales, donde
trabajamos con el programa PrePARA2 y la estrategia Continuo Preventivo, que
fortalecen habilidades socioemocionales, como la autoestima y la toma de decisiones.
Control Parental
El control parental se refiere a la presencia activa de madres, padres o adultos cuidadores
en la vida cotidiana de niñas, niños y adolescentes, especialmente en términos de
supervisión, fijar normas claras o conocer lo que hacen, con quiénes está y cómo se
sienten. No se trata de una vigilancia rígida, sino que vincularse de una forma respetuosa,
poniendo límites, conversando y acompañando.
PRINCIPALES RESULTADOS REGIONALES 2024
Bienestar general
83,2% se siente contento/a con su vida.
82,1% declara sentirse feliz.
61,8% dice sentirse físicamente fuerte y saludable.
Relación con estudios, actividad física y tiempo libre
59,7% está entretenido con sus estudios
28,3% realizó al menos 60 minutos de ejercicio intenso cuatro a siete veces la última
semana.
68,8% pasa al menos tres horas al día en redes sociales.
Bienestar emocional
28.6% siente que es un fracaso.
41,1% cree que no es bueno/a para nada.
37,1% se ha sentido triste casi todos los días en la última semana.
10,4% reporta dificultad para recibir cariño de parte de sus padres, madres o adultos
cuidadores.
31,0 % les resulta difícil o muy difícil tener conversaciones sobre temas personales con
cariño padres, madres o adultos cuidadores.
22,8% ha dado un golpe a otra persona en el último año.