En un esfuerzo por abordar las problemáticas del consumo de drogas y alcohol entre jóvenes, las máximas autoridades de la Universidad de Antofagasta y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, SENDA, se reunieron en la sede Angamos para materializar la firma de un convenio colaborativo. Este compromiso tiene como objetivo principal la prevención del uso de sustancias entre adolescentes, además de la formación de capital humano avanzado en esta área.
Al respecto, el rector de la UA, Dr. Marcos Cikutovic Salas, destacó la importancia de este convenio, señalando que la universidad recibe a los estudiantes en una etapa crucial de sus vidas, donde es esencial proporcionar información sobre los efectos negativos de las drogas.
“Nuestro rol en los procesos formativos es fundamental para asegurar que los jóvenes tengan acceso a información veraz y pertinente sobre los riesgos asociados al consumo de narcóticos. Asimismo, dado que nuestra institución está asociada no solo a la docencia, sino también a la investigación científica y la vinculación con el medio tenemos la opción de cooperar en esto de la determinación, la estructura y la naturaleza de los distintos fármacos y por sobre todo los efectos que tienen en la salud”, afirmó la autoridad.
En tanto, Néstor Maizares del Pino, director regional SENDA de Antofagasta, resaltó el valor de la colaboración, además de mencionar que actualmente se encuentran trabajando con seis comunas de la macrozona norte.
“Este acuerdo enriquece nuestro plan de acción y nos permite trabajar de manera integral con el sector público, privado y académico. Sabemos que se está haciendo un trabajo también en las comunas de Calama, Mejillones, Taltal y Tocopilla, entre otras, por lo tanto, esta alianza con la Universidad de Antofagasta es una ventaja para nosotros, ya que lo consideramos como un socio clave en la implementación de políticas públicas efectivas para la prevención y el tratamiento de adicciones”, expresó el representante de la entidad.
El convenio se enmarca en un plan de acción nacional de 10 años, y representa un paso significativo para mejorar la salud pública y el bienestar social de la región. La sinergia entre las entidades permitirá optimizar el tiempo y avanzar en la implementación de políticas de prevención y tratamientos de adicciones, lo que favorecerá tanto a los jóvenes como a la comunidad en general.