A raíz de la pandemia del COVID-19, el virus respiratorio que predominó fue el SARS-CoV-2. Con ello, otros virus estacionales pasaron a un segundo plano y tras el fin de algunas restricciones como la cuarentena se ha evidenciado un aumento en las consultas de adenovirus, virus respiratorio sincicial y sobre todo en Influenza.
Al respecto, el Subdirector Médico del Servicio de Salud, Dr. Esteban Ricke, explicó que “el inicio de los desconfinamientos y el retorno de los menores al colegio y reuniones sociales dieron paso para la circulación de nuevos virus respiratorios. “Hemos visto un aumento en las consultas respiratorias tanto en adultos como en niños, pero en los más pequeños se nota más. No teníamos un número considerable en consultas pediátricas durante el momento central de la pandemia. Ahora, un gran porcentaje es por patología respiratoria”.
Estacionalmente, en la región se presenta un significativo aumento de consultas respiratorias durante el período invernal lo que se asocia a los descensos de la temperatura, una mayor circulación de virus respiratorios y al aumento de la exposición a contaminantes, tanto intra como extradomiciliarios. “En cuanto a los virus respiratorios de Influenza ya detectados a través de laboratorios de la Red Asistencial se evidencian de Parainfluenza tipo 3, Influenza tipo A e Influenza tipo B. Cabe recordar que la Influenza es una enfermedad contagiosa, causada por un virus, que se transmite entre una persona enferma y una sana a través de gotitas de saliva que se generan al toser o estornudar. En población de riesgo la enfermedad se puede agudizar, requiriendo hospitalización y generando muerte en los casos más severos” señaló Francisca Bichara, enfermera de Gestión Hospitalaria del Servicio de Salud Atacama.
La profesional agrega que las recomendaciones para evitar este tipo de patologías son las mismas que se han adoptado por más de un año para detener el COVID-19. “Higiene de manos, evitar contaminantes ambientales (humo de cigarro, calefacción con carbón, leña o parafina), cubrir con pañuelos desechables boca y nariz al toser o estornudar, o como alternativa cubrir boca y nariz con antebrazo, posterior siempre higienización de manos, educación en sintomatología sugerente a esta enfermedad, reconocimiento de criterios de agravamiento de síntomas para consulta precoz en los servicios de urgencia y la vacunación, entre otras medidas”.
Ejemplos de complicaciones graves por Influenza son la neumonía y la bronquitis severa. Así mismo también puede ser causa de complicaciones de ciertas enfermedades como la diabetes, el asma y las enfermedades cardíacas o pulmonares. “Vacunarse todos los años contra la enfermedad es la mejor manera de disminuir el riesgo de contraer la enfermedad, contagiarla a otras personas y sufrir complicaciones como las mencionadas. Para el año 2022, la meta de vacunación contra influenza es de 85%, a nivel nacional y por grupo objetivo” señaló Marjorie Fuentes, enfermera y referente del programa Nacional de Inmunizaciones del Servicio de Salud Atacama.
Actualmente la cobertura de Influenza a nivel regional corresponde a un 44,5%, un punto menos que el promedio nacional (45,1%) donde las cifras más altas se encuentran en los trabajadores de la educación (82,8%), escolares de 5 años a 10 años (49,4%) y personas mayores de 65 y + años (43,9%).
¿Cómo reconocer un cuadro de influenza?
A través de la aparición de síntomas que inician súbitamente provocando una repentina fiebre (sobre 38 grados) junto con cansancio o debilidad, romadizo o coriza (secreción nasal). También es habitual que la persona sufra de dolor de cabeza en la zona frontal o bien generalizada. Es frecuente el dolor al tragar y la tos, el dolor muscular, el dolor a las articulaciones y la molestia frente a la luz. En menor medida pudiesen aparecer problemas estomacales (como náuseas, vómitos y diarrea).
La Influenza también puede agravar los síntomas de otras enfermedades que las personas ya tienen, como, por ejemplo: insuficiencia cardiaca, diabetes, neumonía por sobreinfección bacteriana, deshidratación y otras. La dificultad para respirar es una de las complicaciones más graves que se pueden presentar en los niños y adultos mayores.
Finalmente, los profesionales hacen un llamado al buen uso de la Red de Salud de la región indicando que alrededor de un 90% de las atenciones que se realizan en los Servicios de Urgencias de los recintos hospitalarios no necesitan una atención en este lugar y es por ello que se disponen de Centros de Salud de Urgencias Primarios, para que los usuarios puedan asistir a estos establecimientos. La recomendación radica en que la comunidad esté bien informada para no colapsar los establecimientos de salud de urgencias, esto agilizará los tiempos de espera y hará mucho más efectivo el trabajo de los equipos de salud.