Este viernes tres funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas fueron detenidos, en el marco de una investigación por cohecho, asociación ilícita, lavado de activos, entre otros delitos.
Los detenidos se suman a los otros cuatro servidores públicos de la institución, los que según la indagatoria liderada por el fiscal Eduardo Baeza, recibieron coimas a cambio de realizar inspecciones fantasmas en el aeropuerto de Santiago.
Esto con el fin de que los clanes, dedicados al contrabando, internaran especies sin pagar los tributos correspondientes.
Además, se apunta que los ilícitos se remontan desde 2018, cuando a lo menos tres bandas con características propias de asociación ilícita "construyeron un programa criminal" para ingresar de manera irregular mercancías traídas desde el extranjero, principalmente de Estados Unidos.
Investigación vincula a La Casa del Barbero
De acuerdo a los antecedentes mencionados en el expendiente judicial, el primer grupo detectado corresponde al Clan Klif, liderado por Klif Chávez Santos.
El acusado, apuntan las indagaciones, servía de intermediario entre los clientes que deseaban importar artículos y agentes courier.
Un negocio con apariencia legal, del cual se valió para subvalorar los productos traídos a territorio nacional para evadir impuestos.
Para poder realizarlo, recurrió a funcionarios de Aduanas, a quienes les ofrecía dinero en efectivo o incluso almuerzos pagados en restaurants o locales de comida fuera del horario laboral, a cambio de que le facilitaran al clan burlar estas fiscalizaciones.
Además, a este clan se le vincula la empresa La Casa del Barbero, una distribuidora al por mayor de artículos de barbería, cuyo dueño es sindicado como el principal cliente receptor del contrabando.
También, la indagatoria apunta a que este en distintas ocasiones le pidió a Klif hablar con alguno de sus "conocidos" para ayudarlo a liberar las cargas retenidas por Aduanas.
Operaban desde Miami
La segunda banda involucrada es el Clan Alonso. Las investigaciones establecieron que era dirigida por Eugenio Alonso Ibáñez y María del Pilar Alonso, hermanos que constituyeron empresas ligadas al rubro de importaciones, las cuales les permitieron internar mercancías de forma irregular.
Hasta su detención, operaban mediante una sociedad con sede en Miami, Estados Unidos, en la cual también tenían participación los hijos de ellos.
Además, mediante estas empresas los hermanos Alonso colaboraban con el Clan Klif para internar los bienes. A la par coordinaron el ingreso de las mercancías subvalorando los productos.
De hecho, todas las operaciones concretadas por Klif habrían sido realizadas a través de la firma Columbia Courier, ligada al Clan Alonso.
Fortuna de $1.900 millones
Se estima que los tres grupos aglutinaron una fortuna, proveniente del contrabando, de alrededor de unos $1.900 millones.
Según estimaciones del Ministerio Público, causaron un perjuicio al fisco que supera los $254 millones, con sobornos sobre el millón de pesos.
Por otro lado, los sujetos que fueron arrestados recientemente son Rodrigo Álvarez Fritz, Mauricio Cueto Silva y Guillermo Gutiérrez Orellana.
Se espera que la audiencia se realice durante esta jornada.
Serán formalizados por asociación ilícita, cohecho, fraude al fisco en concurso ideal con delitos de contrabando y lavado de activos.