Montos de las sanciones bordearon los 4 millones de pesos.
Directora del Trabajo informó que en una céntrica carnicería que no respetaba la norma debió pedirse ayuda a Carabineros para hacer cumplir la ley.
Siete multas y 14 trabajadores suspendidos de turnos que infringían la normativa aplicó la Dirección del Trabajo de Atacama durante fiscalizaciones realizadas el 1° de mayo para velar por el cumplimiento del feriado obligatorio e irrenunciable del comercio.
Así lo informó la directora del Trabajo, Pamela Orellana, quien evaluó los resultados como una demostración de que “estos programas inspectivos durante los feriados obligatorios e irrenunciables son siempre necesarios pues, aunque en general las tasas de cumplimiento son altas, nuestro deber es proteger los derechos al descanso y la vida en familia de todos los trabajadores y trabajadoras a lo largo del país”.
El programa inspectivo aplicado esta vez se centró en detectar dos posibles infracciones: no cumplir con el feriado como tal y no cumplir con el descanso alternado cada dos años de aquellos trabajadores del comercio exceptuados de este beneficio, como aquellos que laboran en restoranes y lugares de esparcimiento, entre otros.
Los empleadores infractores arriesgaban multas de entre 5 y 20 UTM por cada trabajador en infracción, es decir, hasta un máximo de un millón 135 mil 240 pesos.
Durante la jornada del domingo se realizaron 7 fiscalizaciones, todas por recorridos efectuados proactivamente.
Al cabo, las 7 fiscalizaciones culminaron con la aplicación de multas por un monto total de 3 millones 973 mil 340 pesos. Todas correspondieron a la infracción de no respetar el feriado como tal.
Asimismo, 14 trabajadores sorprendidos laborando, contraviniendo la ley, debieron cesar sus turnos y dejar sus lugares de trabajo, a la vez que sus empleadores recibieron las multas correspondientes.
En una céntrica carnicería de calle Atacama sus administradores intentaron burlar la orden legal de suspensión de turnos reabriendo apenas el fiscalizador de la DT se retiró del lugar. Un segundo recorrido por el lugar permitió detectar el desacato. Al reingresar el fiscalizador para ordenar el cierre los encargados del local lo cerraron con el funcionario público adentro. Hubo que pedir ayuda de Carabineros para lograr la reapertura, la salida del inspector y el cumplimiento definitivo de la suspensión de labores.