El Hospital Regional de Antofagasta ha desarrollado una estrategia integral para abordar la salud mental de personas en situación de calle, de acuerdo con los parámetros del Programa de Salud Mental que impulsan diversas instituciones a nivel nacional como los ministerios de Salud y Desarrollo Social y Familia, entre otros.
Este programa, que nació en 2013 desde la unidad de salud mental del Servicio de Salud de Antofagasta, ha logrado consolidarse como un referente en la atención multidisciplinaria y personalizada para esta población vulnerable.
“Nuestro objetivo principal es brindar una atención integral y oportuna a quienes más lo necesitan”, afirmó Patricia Siglic, trabajadora social de la Unidad de Gestión de Usuarios del Hospital Regional de Antofagasta. “Actualmente, atendemos a alrededor de 400 personas a través de esta red, ofreciendo desde diagnóstico y tratamiento en urgencias hasta acompañamiento en programas especializados”, agregó.
La estrategia se centra en un modelo de atención que incluye el diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones como patologías mentales o policonsumo de sustancias, enfermedades neuropsiquiátricas, tuberculosis y enfermedades de transmisión sexual. Posteriormente, se facilita el acceso a tratamientos específicos y se garantiza un seguimiento continuo, incluso tras el alta hospitalaria, mediante la colaboración con nueve fundaciones locales.
Alejandra Rodríguez, también asistente social en el centro asistencial, destacó el trabajo realizado para reconectar a los pacientes con sus redes familiares o encontrar alternativas de apoyo, una vez que son dados de alta en la Urgencia pero deben seguir hospitalizados en el centro de salud. “Nuestra labor se extiende más allá del ámbito clínico. Realizamos una minuciosa investigación para asegurar que cada persona pueda reintegrarse a la comunidad o encontrar el apoyo necesario para su recuperación”, explicó Rodríguez, asegurando que este apoyo en muchas oportunidades proviene no solo de familiares sino también de vecinos o amigos de estas personas en situación de calle.
De acuerdo con la profesional, en la actualidad el Hospital Regional de Antofagasta tiene un promedio de 14 pacientes sociosanitarios hospitalizados en la institución. Esto, según aclara, implica la ocupación de camas por largos períodos ya que muchos de estos pacientes, al no ser adultos mayores, no cuentan con cupos en instituciones que podrían brindar albergue a estos pacientes. “De hecho, en la ciudad de Antofagasta solo hay 2 organizaciones sociales que reciben pacientes con estas características pero tienen cupos limitados, lo que nos obliga a mantener a estas personas internadas en el hospital o derivarlas, cuando sea posible, a otros centros de salud de menor complejidad, en Tocopilla, Calama u otras comunas”, indicó Alejandra Rodríguez.
Por su parte, desde la Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social y Familia, aseguraron que “es fundamental este plan en el que trabajamos de forma colaborativa, principalmente en dos momentos del ciclo, primero, a través de nuestros dispositivos que entregan prestaciones en los puntos calle de las personas, detectar y solicitar a la ambulancia la derivación al Hospital Regional de casos susceptibles de ingresar al programa de salud mental, quien los acogerá en urgencias y atenderá a las personas de situación calle y luego, cuando éstos sean dados de alta, derivar directamente con el dispositivo Albergue Protege que está diseñado para recibir a pacientes dados de alta de la red hospitalaria con patologías leves, personas mayores o con discapacidad, en caso de tener cupos y de lo contrario, poder activar la red del sector privado, que no trabaja con financiamiento de nuestro ministerio, pero tiene dispositivos para recibir a personas en situación de calle, con ello nos ocupamos de disminuir la probabilidad de que las personas vivan su alta médica en plena vía pública y les entregamos finalmente un servicio más digno y oportuno”, indicó Carla Labra Cortés, Seremi (s) de Desarrollo Social y Familia.
A pesar de los logros alcanzados con esta estrategia de atención, tanto Siglic como Rodríguez, ambas funcionarias del HRA, subrayan la necesidad de adaptarse a los nuevos desafíos que implica el aumento de la población en situación de calle y la aparición de nuevas sustancias desconocidas que se trafican en la calle y que terminan generando nuevas adicciones en este segmento de la población. “Es esencial especializar aún más a nuestros equipos de trabajadores de la salud, de todos los estamentos, y desarrollar estrategias proactivas para intervenir, si fuese necesario, directamente en la calle”, señaló Siglic, destacando la importancia de la prevención y el trabajo comunitario de todas las instituciones que participan de esta estrategia.
Este programa no solo representa un avance significativo en el cuidado de la salud mental para las personas en situación de calle, sino que también refleja un modelo de colaboración eficaz entre el sector público, organizaciones no gubernamentales y la comunidad. A través de campañas solidarias y la búsqueda constante de mejores prácticas, instancias que se desarrollan durante todo el año, canalizadas por la Unidad de Participación Ciudadana del centro de salud.
“Aquí se involucran no solo los funcionarios de la institución sino toda la comunidad, entregando pañales, artículos de aseo y ropa, entre otros enseres, que son muy necesarios para estos pacientes sociosanitarios, ya que muchos de ellos al no tener redes de apoyo ni dinero, no pueden adquirir estos bienes imprescindibles para su higiene personal”, destacó la asistente social Alejandra Rodríguez.