Una reunión con la Subsecretaria de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Andrea Gutiérrez, sostuvo el Movimiento Dignidad Cultural para Atacama a través de cinco de sus voceros, para plantear la disconformidad de trabajadores/as de las artes y la cultura, artistas, agrupaciones y gestores del área ante el nombramiento de Roberto Córdova González como Seremi en la zona, por considerar que no tiene el perfil adecuado, herramientas técnicas, experiencia en el área, formación y conocimiento del contexto regional en este ámbito, molestia que fue avalada con una carta firmada por más de 260 artistas y representantes de agrupaciones del sector.
Bárbara Villarroel, vocera del movimiento, planteó que “su designación obedece a prácticas añejas de cuoteo político, que quienes creemos en un nuevo Chile con otras formas de hacer las cosas tenemos aún la esperanza de desterrar. Por lo mismo, queremos pedir respetuosamente que se destituya al señor Córdova y se nombre a una persona con las cualificaciones necesarias”. Al mismo tiempo, presentaron como evidencia el perfil de los seremis nombrados en las restantes regiones del país, donde gestores culturales y artistas con destacada trayectoria y experiencia han ocupado las reparticiones públicas.
Mientras que otro de los voceros, Mauricio Ceriche, argumentó que el movimiento no ha aceptado mesa de diálogo con el Seremi ni mediación alguna, ya que consideran que “se ve muy desfavorable para el desarrollo cultural de Atacama, que una persona sin trayectoria en el ámbito y sin las competencias y sensibilidad requeridas, haya sido designada, por los próximos cuatro años a cargo de orientar políticas culturales en la región. Nuevamente se nos pretende imponer como zona de sacrificio en Atacama, esta vez en el escenario cultural”.
Otro de los aspectos tocados fue el desempeño del señor Córdova desde que fue nombrado, destacando la censura que impuso en las redes sociales institucionales donde se borraron las opiniones que criticaban su nombramiento y luego bloquearon la posibilidad de opinar, “transgrediendo lo que ha dictaminado la Contraloría en torno a que las cuentas institucionales no deben bloquear ni censurar las opiniones de los ciudadanos/as, además mintió en el punto de prensa de su presentación diciendo que era un error técnico, algo que jamás debe promover una autoridad que debiera velar por la libertad de expresión, la que está en la base de la acción artística” indicó Jessica Acuña.
Otro de los aspectos criticados fue que el seremi etiquetó a los participantes del movimiento como “artistas de elite” en sus declaraciones, situación que fue inmediatamente rechazada por la Subsecretaria. Irene Alvear, en tanto, destacó la necesidad del movimiento “de conocer cómo participó el Ministerio de las Culturas en esta designación, si tuvieron voz, voto y si así fue, cuáles son los antecedentes técnicos que ponderaron para avalar este nombramiento”.
Rodrigo Terreros informó que “la Subsecretaria nos indicó los mecanismos de nombramiento y la autoridad se comprometió a hacer llegar la información a la Ministra y a La Moneda”. Finalmente Juan Manuel Cáceres explicó que también “hubo un compromiso de parte de la Subsecretaria de entregar una respuesta dentro de esta semana pero dejó claro que ella no se podía hacer cargo de la solicitud esencial que le planteamos, aunque comprendía nuestra frustración y se comprometió a mantener abierta la comunicación sobre las políticas culturales a implementar en Atacama”.