El Consejo Constitucional se instaló y comenzaron las polémicas, esto luego de que se viralizara una fotografía donde aparecen camareros atendiendo a los miembros del órgano constituyente.
En la foto aparece un mozo entregando un café al consejero de Revolución Democrática, Julio Ñanco.
El exvicepresidente de la Convención Constitucional (órgano constituyente del primer proceso) Jaime Bassa comentó en una historia de Instagram que ellos estuvieron "meses sin un lugar donde comerse un sanguchito, esperando una mísera máquina de café y golosinas".
Estas declaraciones sacaron ronchas en varios exparticipantes de la convención, entre ellas Bárbara Rebolledo (cupo RN), quien le recordó a Bassa que, cuando operó la convención aún existía la pandemia.
"Veo que al señor Bassa le habría gustado que un garzón lo atendiera en su puesto de trabajo… muy burgués. Lo que no recuerda, el vicepresidente de la fracasada convención es que estábamos en pandemia, usábamos mascarillas y se nos prohibía comer en las salas", cuestionó Rebolledo.
Veo q al Sr Bassa le habría gustado que un garzón lo atendiera en su puesto de trabajo… muy burgués. Lo que no recuerda, el vicepresidente de la fracasada convención, es que estábamos en pandemia, usábamos mascarillas y se nos prohibía comer en las salas. Ah, y no es “Fake news” https://t.co/duZRwKJz6j
— Bárbara Rebolledo (@BRebolledoA) June 9, 2023
En la misma línea, el diputado Juan Antonio Coloma (UDI) también fustigó a Bassa: "¿Nos pretendes hacer creer que con una 'mísera máquina de café' hubieran redactado algo decente?".
"No, el problema fueron ustedes... No la máquina de café", añadió el parlamentario gremialista.
Exsubsecretario respondió a Bassa
En conversación con La Tercera, el exsubsecretario general de la Presidencia, Máximo Pavéz, encargado de gestionar la Convención Constitucional, le recordó a Bassa que la Convención se dio "en el momento más complejo de la pandemia, por cuanto los estrictos protocolos que permitieron su funcionamiento presencial, prohibían el retiro de mascarillas, la distancia social".
"En consecuencia, absoluta prohibición de ingerir cualquier tipo de alimento o bebida en estos espacios de trabajo", manifestó Pavéz.
"En cuanto a los espacios para comer, se recuerda que en todo momento existió un espacio dedicado exclusivamente para los convencionales, ubicado a dos cuadras del Congreso y que contaba con las condiciones sanitarias exigidas para funcionar".